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martes, 2 de febrero de 2010

Roger Federer: El Señor del Tenis

DEPORTES


Luego de conquistar su 16º Torneo de Grand Slam trás vencer al escocés Andy Murray en sets corridos en la final del Abierto de Australia, el suizo Roger Federer se consolidó en la elite de la historia del tenis y se proclamó como el mejor de todos los tiempos.

Gonzalo Nuñez hizo un análisis que dejó en claro las aspiraciones del suizo para el futuro en la búsqueda de dejar de lado cualquier duda y con el beneficio de haberse sacado de encima toda la presión de cumplir los primeros grandes objetivos; los propios protagonistas comentan situación.

Roger lo aclaró antes de que le llegara la pregunta: “Yo pensaba en ganar por primera vez Roland Garros y sufría mucho cuando fracasaba en el intento. Jugaba muy presionado y terminaba atormentado. Cuando conseguí ganar en París, todo se hizo más fácil. El siguiente objetivo era superar a Sampras en torneos de Grand Slam y llegó más rápido de lo que esperaba. Siento que estoy jugando el mejor tenis de mi vida”.
¿Es realmente Federer el mejor tenista de la historia? ¿No es injusto comparar épocas? Un grande de todos los tiempos , Ivan Lendl, fue categórico: “Los números lo dicen todo. Los 16 títulos y las 22 finales no admiten discusión. Yo estuve en 19 finales y sé de lo que hablo. Sencillamente Roger es mucho mejor que los demás”. ¿Alguna deuda? Repasando los números, creo que el suizo tiene tres récords posibles: las 286 semanas (no consecutivas) como número uno que ostenta Sampras (Federer completó 268), mejorar también la marca de Sampras (6) como número uno al final del año (Roger tiene 5) y la más difícil: ganar los cuatro torneos de Grand Slam en una misma temporada. Para el maestro nada es imposible.

En mi opinión debo confesar que en algún momento esa perfección que manifiesta me puso en la vereda de enfrente y me llevó a hacer fuerza por Rafael Nadal que se perfilaba para complicarle la existencia y le agregaba un poco de emoción a la definición de los torneos - con la esperanza de no vivir los últimos tiempos de Schumacher en la Fórmula 1, cuando sabíamos que su superioridad era inalcanzable y las carreras se hacían aburridas -, pero actualmente Rogelio me supo conquistar y me llevó a admirar su grandeza profesional y deportiva. Un ejemplo, que se le den muchos más.

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