A 10 meses del Mundial de Sudáfrica

POLITICA Y DEPORTE

Hubo tiros en Johannesburgo cuando el gremio de taxistas se enojó porque el Gobierno sudafricano implementó un sistema de autobuses para el traslado de los visitantes del próximo Mundial: hubo disparos, heridos y amenazas de muerte.

A menos de un año para el próximo Mundial, en Sudáfrica siguen los problemas: a los que ya conocidos, como la pobreza, la desigualdad social y la huelga que habían realizado a mediados de julio los gremios de los obreros de la construcción (se habían parado las obras de construcción para de los estadios, la renovación del aeropuerto de Durban y la construcción de una vía de tren rápida entre el aeropuerto de Johannesburgo y la localidad de Sandton), entre otros, ahora se le sumó la bronca que tienen los taxistas con el nuevo sistema de autobuses rápidos. Este sistema ha sido implementado el lunes, en Johannesburgo, para facilitar el trasporte de personas con la mente puesta en el mundial del año próximo, pero el gremio de los taxistas (que cubre el 70 por ciento del transporte público de corta distancia) se negaron ante esta disposición del gobierno sudafricano porque sienten que les quitan parte de su fuente de trabajo por ser competencia directa. No sólo hicieron una huelga, sino que además balearon los autobuses e hirieron a dos de sus ocupantes (uno de ellos es un policía que estaba en el vehículo), desde un minibus-taxi. También amenazaron de muerte a los conductores de los autobuses. Este proyecto era una de las condiciones que debía tener Sudáfrica para poder ser sede del próximo Mundial y le costó a su gobierno miles de millones. El trayecto que tendrán los autobuses será de 25 kilómetros y unirá el barrio Soweto con el centro de Johannesburgo y para hoy se dispuso que agentes policiales viajen en los autobuses con chalecos antibalas para evitar más inconvenientes.

(vía) Diario Ole

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