Este fin de semana los ciudadanos porteños hemos podido disfrutar de un clima de verano en pleno invierno, pero al parecer esto no es más que la previa de la famosa Tormenta de Santa Rosa que podría desencadenarse a partir de mañana o el lunes.
Este famoso temporal suele presentarse cinco días antes o después del 30 de agosto que corresponde a la festividad de Santa Rosa de Lima. El mito se basa en la presencia de una tormenta de con bruscas descargas de electricidad, con lluvias en forma de chaparrón que se manifiestan a pesar de no contar con condiciones climáticas características de la primavera y el verano, según describe la Organización Mundial Meteorológica.
La leyenda surge en el año 1615, en la ciudad peruana de Lima, “Ciudad de Los Reyes”, una religiosa beata Rosa –(Isabel Flores de Oliva, 1586-†1617)– encabeza una rogativa desde una Iglesia, ante el posible desembarco de naves de piratas holandeses que ya habían asaltado el puerto vecino de El Callao. Sin previo aviso, una gran tormenta impidió que las embarcaciones se acercaran a tierra y así, la ciudad de Lima quedó salva. Los creyentes comenzaron a atribuir la presencia de la tormenta y la huida de los piratas, al poder místico de Rosa.
La leyenda se popularizó en Argentina, con gran fuerza en la zona del Río de la Plata, en Córdoba y en la región de Cuyo. En la provincia de Mendoza, uno de sus departamentos lleva su nombre. Es una región realmente seca, y es muy poco frecuente que la tormenta (muy benéfica allí) se produzca.
Aquí en 142 años sólo ocurrió 12 veces. Sigamos esperando que se cumpla la tradición y sino cuando caígan un par de gotas digamos que es Santa Rosa y todos contentos.
Este famoso temporal suele presentarse cinco días antes o después del 30 de agosto que corresponde a la festividad de Santa Rosa de Lima. El mito se basa en la presencia de una tormenta de con bruscas descargas de electricidad, con lluvias en forma de chaparrón que se manifiestan a pesar de no contar con condiciones climáticas características de la primavera y el verano, según describe la Organización Mundial Meteorológica.
La leyenda surge en el año 1615, en la ciudad peruana de Lima, “Ciudad de Los Reyes”, una religiosa beata Rosa –(Isabel Flores de Oliva, 1586-†1617)– encabeza una rogativa desde una Iglesia, ante el posible desembarco de naves de piratas holandeses que ya habían asaltado el puerto vecino de El Callao. Sin previo aviso, una gran tormenta impidió que las embarcaciones se acercaran a tierra y así, la ciudad de Lima quedó salva. Los creyentes comenzaron a atribuir la presencia de la tormenta y la huida de los piratas, al poder místico de Rosa.
La leyenda se popularizó en Argentina, con gran fuerza en la zona del Río de la Plata, en Córdoba y en la región de Cuyo. En la provincia de Mendoza, uno de sus departamentos lleva su nombre. Es una región realmente seca, y es muy poco frecuente que la tormenta (muy benéfica allí) se produzca.
Aquí en 142 años sólo ocurrió 12 veces. Sigamos esperando que se cumpla la tradición y sino cuando caígan un par de gotas digamos que es Santa Rosa y todos contentos.
Entradas
No hay comentarios:
Publicar un comentario